Epicureísmo, lo que nunca te contaron

"Si vives de acuerdo a la naturaleza, nunca serás pobre.
Si vives de acuerdo a la opinión, nunca serás rico."

Epicuro

Hedonismo Epicúreo

El Hedonismo es una corriente de filosofía fundada por Epicuro en la polis ateniense del siglo IV AC. A diferencia de lo que se suele pensar, su ética busca la felicidad personal a través de los placeres simples, la vida modesta y la amistad. La finalidad es evitar las dolencias del cuerpo y de la mente. Para esto propone una vida sin excesos, sin supersticiones, sin lujos.

La felicidad y sus obstáculos

Para este filósofo, las personas no logran ser felices por estar atrapados en el miedo, o en deseos ilimitados, o en vanas aspiraciones. Según él, la felicidad (o eudaimonia) tiene dos componentes: el corporal/material (aponía), y el mental/espiritual (ataraxia).

Muchos no pueden alcanzar la ataraxia (serenidad o paz mental), debido a su temor a la muerte o al castigo de algún dios. Otros están atrapados en anhelos vanos de fama, riquezas o poder, los cuales traen a menudo más perjuicios que beneficios (estrés crónico, descuido de salud, peleas con seres queridos, etc.).

En cuanto a la aponía (bienestar y placer físico), muchos no lo consiguen por tener excesos y perseguir lujos. En cambio, deberíamos enfocarnos en cubrir nuestras necesidades (hambre, refugio, etc.), y en disfrutar de algunos placeres simples con moderación.

Hedonismo sostenible

Es importante ser prudentes con los placeres, evitando aquellos que traen pesares mayores a mediano o largo plazo.[1]

Los placeres materiales son efímeros y de corto alcance, en contraposición a los del alma o mentales que son más duraderos, como la amistad. Similarmente, los pesares materiales duran poco y son tolerables cuando se tiene ataraxia, ya sea por restarle importancia o por disfrutar de la compañía o recuerdo de algún ser querido.

Es por esto que, una vez satisfechos los deseos corporales necesarios, conviene atender las necesidades del alma, pues algunas aflicciones del alma pueden atormentarnos toda la vida, mientras que el recuerdo de los seres queridos puede hacer soportable cualquier dolor.

Debido a los vanos deseos de la sociedad (fama, poder, riquezas) y a la competencia imperante, Epicuro recomendaba abstenerse de participar en la vida pública, evitar las multitudes. El estilo de vida que conlleva más deleite es pasar la mayor parte del tiempo con amigos y seres queridos.

Por último, también es importante ser respetuosos y justos, para no tener que preocuparse por venganzas o por el castigo de la ley.

¿Filosofía del libertinaje?

A lo largo de la historia, el epicureísmo ha padecido una gran difamación de sus detractores[2]. Tristemente, esto ha logrado establecer la imagen popular del epicúreo como alguien entregado desenfrenadamente al placer carnal, al goce indiscriminado y despreocupado, casi a la depravación.

Tal tergiversación es claramente contraria a esta doctrina. La escuela epicúrea aboga por la moderación y la prudencia, insistiendo en combatir los excesos que pueden alterar la serenidad del ser humano o afecciones futuras que sobrepasan los placeres inmediatos. La incontinencia es fruto de la ignorancia, y es trabajo de la filosofía cambiarlo.

Hiper-resumido

Resumen académico: no hay que temer a los dioses, la muerte no es motivo de preocupación, lo bueno se consigue con facilidad, el dolor se puede soportar.

Resumen argento: No te hagas la cabeza por giladas, podés ser feliz con poco, cuando algo sale mal bancatelá boludo.

Comentarios personales

La preferencia por los placeres mentales sobre los corporales a muchos les parecerá ascética e intelectualista. Sin embargo, encaja con nuestros preceptos de no aferrarse a las cosas materiales y que el dinero no compra la felicidad. La felicidad está en los vínculos y amistades, como así también en una vida saludable y sencilla, sin vicios ni excesos que nos hagan mal o aspiraciones contraproducentes a nuestro bienestar (fama, riqueza, poder).

Me resulta una ética bastante modesta, quizás hasta cobarde, recomendable para quién ha padecido penurias, tocado fondo, o que simplemente no cree poder cambiar las cosas. También puede ser un punto de partida para una ética mediocre de pocos supuestos, con opcionales de crecimiento personal, trascendencia cívica e histórica, o acción social surgida de la indignación. Es decir, si todo está bien, si creo que no tengo nada con lo que trascender y no me interesa esforzarme para estar orgulloso, el epicureísmo tiene todo el sentido del mundo.

Dudas e ideas

Hay que alejarse de los vanos deseos de la sociedad y pasar desapercibido. ¿Esto implica dejar de contribuir o intentar tener una huella positiva en el porvenir? ¿Es realmente una dicotomía? ¿Hay algún punto medio o solución creativa? ¿Si como ética es tan poco evangelista, está condenada a la difamación y el olvido? ¿Es una ética puramente individual, o desde la amistad hay lugar para volver a la sociedad (Caverna de Platón)?

Hay que ser prudente y calculadores con los placeres. ¿Qué pasa con preferencia temporal? (la economía moderna explica que tiene más valor un bien en el presente que en el futuro, por eso pagamos interés por comprar algo hoy). ¿Qué pasa si somos escépticos e, incluso, pesimistas sobre el futuro? ¿Si mañana termina el mundo, es preocupante la diabetes o, peor aún, la resaca? ¿Serán la estabilidad y confianza en el futuro necesarios para una ética civilizada, al igual que para el crédito? ¿Para una ética sólida a largo plazo será necesario algún elemento de deber o de sentido (trascendente o trascendental, aristotélico, estoico, cristiano, humanista, etc.)?

Créditos y despedida

Este fue mi breve paseo por el Epicureísmo, de la mano del libro Filosofía Helenística de J. A. Cardona. 

Quedo atento a tus comentarios.

Hasta pronto.

Lucas Seimandi

...

[1] Clasificación de deseos según Epicuro: 1) Deseos naturales y necesarios (como no tener hambre, sed, frío) deben ser cubiertos en su justa medida; 2) Deseos naturales innecesarios (gustos refinados, actividades extravagantes, posesiones ostentosas) conviene evitarlos, pues si no se satisfacen no causan dolor alguno. Si bien no están estrictamente desaconsejados, deben contemplarse sus posibles consecuencias, cuidando de que no generen dependencia ni abusos, ni que tampoco el deseo de tales placeres nos conduzca a la ansiedad y desasosiego; 3)Deseos vanos, o innaturales e innecesarios, deben evitarse por completo. Estos provienen de opiniones vanas, de creencias erróneas sobre lo necesario para alcanzar la felicidad (ambición, fama, poder, riqueza, etc.). Estos pueden causar placer inmediato, pero, o bien terminan produciendo dolores mayores a largo (poco tiempo libre, peleas con seres queridos, extorsiones), o bien generan un estado de ansiedad por alcanzar o mantener esos placeres que impedirá alcanzar la ataraxia.

[2] Diótimo el estoico, por ejemplo, escribió 50 cartas subidas de tono firmándolas con el nombre de Epicuro.

Comentarios

  1. Me gustó tu comentario argento y tu opinión de que te parece una ética un tanto modesta y cobarte. Sin embargo, una parte de esa ética la comparto. Pero, coincido con vos, de que sin el elemento de "la huella en la sociedad" queda como una ética cobarde o como que le falta una pata. Al menos estoy convencido, al igual que Maslow, que en la pirámide de las necesidades humanas, además de las materiales y de seguridad, que se le adicionan las de estima y socialización, está una muy importante que está en la cúspide y la llama "autorrealización". Esa necesidad que tenemos de sentirnos útiles para un otro, para la sociedad. Lo que se logra con la actividad que cada uno realice o las obras que uno deje. Sin esa necesidad psicológica, perfectamente seríamos felices en islas. Y necesitamos a los demás no solo por la amistad, sino también para sentirnos realizados.
    En cambio, la parte de la moderación de los placeres me parece racional y aceptable. Es decir, de que nuestra necesidad de bienes materiales no es infinita, es finita y susceptible de ser satisfecha. O sea, cabe en una lista (ropa, vivienda, cierta cantidad de comida y bebida por día, etc.). El problema es cuando hay personas con "necesidades irracionales", que se sienten infelices sin una mansión en Dubai, o sin poder viajar en primera clase. No digo que eso esté mal, pero sufrir por no tenerlo sí. Entonces allí, vamos a necesidades que el Marketing llama "de pertenencia social". Quiero el rolex no por su funcionalidad de mostrar la hora (que para eso me alcanza un reloj baratija de un par de dólares) sino por el status que asocia a mi persona. En fin, acá y con otras necesidades irracionales (como las adicciones a sustancias, bebidas, etc) es interesante agregar ciertas reflexiones a Epicuro en función de nuestras sociedades de consumo posmodernas.
    Gracias por el análisis! Muy enriquecedor :)

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    1. Totalmente Martin.
      Epicuro renuncia a muchas cosas para evitar a displaceres o molestias (con decirte que fue célibe y sus lujos eran queso y vino eventuales, entenderás). De algún modo prefiere la serenidad a placeres más eufóricos (logros personales, celebraciones especiales, experiencias únicas, entre otras), y tambien a la dicha resultado de trascendencia (que quizás el tuvo por fundar una escuela filosófica y alimentar esa comunidad).
      Quizás fue por esa felicidad algo intelectuslista de los antiguos filósofos griegos (si me permitís el muñeco de paja exagerado), de considerar los valores estáticos y la contemplación como superiores a los transistorios y más materiales.
      Otro motivo puede ser la propia vida de Epicuro, que padeció problemas intestinales crónicos que lo obligaban a llevar una dieta liviana, ya que por momentos quedaba postrado durante días, además de provenir de una familia de bajo poder adquisitivo en la cual el y su hermano tuvieron que trabajar desde niños. Al llegar a Atenas fueron discriminados por inmigrantes e incluso por pobres. Luego cuando fundó el Jardín (su escuela filosófica para adultos), fue difamado por sus ideas y tambien por admitir a esclavos y mujeres de dudoso estatus social.
      En fin, creo que tiene mucho valor para nuestra cultura consumista y obsesionada por su estatus. Después hará falta adaptarla a cada uno, ya que dudo que haya muchas personas que esten dispuestos a llevar su estilo de vida y, como vos decis, renuncien a su sentido de autorealización.

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